Las formadoras de cajas son máquinas bastante importantes en el mundo de la producción y el empaque.
Su propósito principal es armar cajas de cartón de manera eficiente y rápida, preparándolas para que puedan ser llenadas con productos.
Y en este artículo, vamos a profundizar un poco más en sus tipos y funcionalidades.
¿Cuál es el funcionamiento exacto de estas máquinas?
Las formadoras de cajas cogen hojas planas de cartón, las doblan y las pegan o grapen para formar una caja.
Con esto, se elimina la necesidad de ensamblar manualmente las cajas, ahorrando tiempo y reduciendo el esfuerzo físico.
Los tipos más comunes de formadoras de cajas
Formadoras automáticas
Las formadoras automáticas son robots inteligentes, dotados de una inteligencia impresionante para armar cajas sin parar.
Solo tienes que configurarlas una vez y ellas se encargan del resto, haciendo todo el trabajo pesado.
Son las mejores para grandes industrias donde la producción masiva de cajas es una constante. La rapidez con la que trabajan hace que se pueda mantener el flujo constante de empaque, optimizando los tiempos y recursos de manera sorprendente.
Formadoras semiautomáticas
Las formadoras semiautomáticas piden un poco más de interacción humana. No llegan al nivel de autonomía de las automáticas, pero son sumamente eficientes y facilitan muchísimo el trabajo diario.
Son la elección perfecta para empresas más pequeñas o donde las necesidades de empaquetado cambian con frecuencia.
Un punto a favor es que su versatilidad se traduce en una adaptabilidad valiosa porque permiten ajustes manuales según los requerimientos específicos del momento.
Funcionalidades adicionales que queremos mostrarte
Además de formar cajas, estas máquinas tienen otras habilidades.
Algunas incluso cierran y precintan las cajas.
¿Cómo? Sencillo. Después de armar la caja, automáticamente la tapa se cierra y se sella con cinta o pegamento. Así se ahorra más tiempo y esfuerzo aún en el proceso de empaque.
Consejos para elegir la formadora de cajas perfecta
1º. Piensa en el volumen de cajas que tu empresa tiene que producir.
2º. Piensa también en los tamaños y tipos de cajas que tienes que formar.
3º. Ahora revisa el espacio que tienes disponible en tu planta, algunas formadoras son bastante grandes.
4º. Compara opciones. Hay muchas marcas y modelos en el mercado.
5º. Pregunta a expertos si te quedan dudas. Ellos mejor que nadie podrán aconsejarte bien.
Conclusión: Las formadoras de cajas como soluciones integrales en el proceso de empaquetado industrial
Cuando una formadora de cajas actúa, el proceso de empaquetado se agiliza. De esta forma, las empresas pueden ser más eficientes en sus procesos, lo que es una ventaja para todos.
Interesante, ¿verdad?
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