El concepto
El proceso de electroplating, se conoce también conocido como electrodeposición o galvanoplastia. Es un proceso industrial mediante el cual se recubre una pieza de metal con una capa más o menos fina de otro metal: se galvaniza.
Tabla de contenidos
Motivos de su uso
El galvanizado mejora la apariencia de la pieza, la protege contra la corrosión y mejora otras características como mejorar la conductividad eléctrica o la resistencia al desgaste.
En este artículo exploramos las similitudes y diferencias entre el electroplating y la cataforesis
Uso en aplicaciones industriales
Utilizar este tipo de acabados en la producción de componentes seriados permite mejorar significativamente las características del producto. Veamos algunos ejemplos:
- Sector del automóvil: el electroplating permite mejorar la resistencia a la corrosión a la que se ven expuestos los vehículos a causa de la sal, arena y otros agentes.
- Electrónica: galvanizar circuitos con metales como la plata ayuda a mejorar la conductividad.
- Industria biomédica: el recubrimiento de implantes y herramientas quirúrgicas ayuda a evitar la corrosión y mejora la biocompatibilidad.
La galvanoplastia permite a un ingeniero o fabricante combinar la resistencia, la conductividad eléctrica, la resistencia a la abrasión, la resistencia a la corrosión y el aspecto del metal deseado con distintos materiales que presentan diferentes ventajas.
Electroplating: el proceso de electrodeposición
Fuente: PlatingTV. Explicación de qué es el proceso de electroplating.
- Preparación de la pieza: Antes de hacer cualquier cosa, la pieza debe estar completamente limpia. Se eliminan restos de suciedad o óxido con productos especiales.
- Montaje en el baño electrolítico: La pieza se coloca dentro de un tanque que contiene una solución líquida, llamada electrolito, que tiene iones del metal con el que se va a realizar el recubrimiento.
- Conexión eléctrica: La pieza se conecta a un polo de una fuente de corriente eléctrica (generalmente al polo negativo). El metal que servirá como recubrimiento se conecta al polo positivo. Esto genera un campo eléctrico que mueve los iones del metal a la superficie de la pieza.
- Aplicación de corriente eléctrica: Cuando se pasa la corriente, los iones del metal en el electrolito se mueven hacia la superficie de la pieza y se depositan en ella. Este proceso continúa hasta que se forma la capa deseada de recubrimiento.
- Revisión y acabado: Una vez que la capa de metal está en su lugar, la pieza se retira, se enjuaga y, si es necesario, se pule para que quede perfecta.
Materiales utilizados en electroplating
El cromo es uno de los materiales más populares para el recubrimiento debido a su alta resistencia al desgaste y su acabado brillante. Seguramente has visto partes de coches, grifos o electrodomésticos con ese aspecto brillante, pues probablemente están recubiertos de cromo.
Además, este metal no solo mejora la estética, también protege contra la corrosión y el daño mecánico.
El níquel se utiliza principalmente para mejorar la resistencia a la corrosión.
Al recubrir una pieza de metal con níquel, se crea una barrera protectora que evita que la pieza se oxide o se dañe por la exposición a agentes corrosivos.
El níquel también se usa como capa base para otros recubrimientos, como el cromo o el oro, mejorando la adhesión del metal final a la pieza.
El oro es uno de los materiales más valiosos utilizados en el electroplating. Aunque es caro, se utiliza principalmente en componentes electrónicos debido a su excelente conductividad y resistencia a la oxidación.
También se emplea en la fabricación de joyería de alta gama, dando un acabado estético lujoso y resistente.
Al igual que el oro, la plata es muy muy muy conductiva, lo que la convierte en una gran opción para componentes eléctricos y electrónicos.
Otro campo en el que se utiliza es en joyería, donde da un acabado brillante y elegante.
A diferencia del oro, la plata es más asequible, lo que la hace ideal para aplicaciones donde se necesita una buena conductividad sin incurrir en altos costes.
El cobre se emplea normalmente como capa base antes de aplicar otros metales, como níquel o cromo, debido a su excelente adhesión y maleabilidad.
Por otro lado, es bastante económico, por lo que se utiliza en productos industriales a gran escala.
El zinc se utiliza para proteger metales como el acero de la corrosión. Este recubrimiento, conocido como galvanizado, es común en piezas expuestas a ambientes al aire libre, como postes de luz, vallas y tuberías, ya que el zinc proporciona una protección duradera contra la oxidación.
Aunque es menos conocido que otros metales, el paladio también se usa en este proceso industrial.
Ofrece una buena resistencia al desgaste y a la corrosión, además de ser altamente conductivo. Se utiliza como alternativa al oro y la plata cuando se necesita un recubrimiento de alta calidad a un precio más asequible.
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