El trefilado es uno de los procesos más importantes dentro de la industria metalúrgica y de fabricación de alambres, barras y tubos.
En concreto, el trefilado es un proceso de deformación plástica en el que se reduce el diámetro de un alambre, barra o tubo al hacerlo pasar a través de una matriz o troquel.
La idea es conseguir que la pieza metálica coja la forma y tamaño deseados al estirarla y moldearla.
¿Cómo se realiza el proceso de trefilado? (Paso a paso)
Fuente: cables y extensiones colombianos. Explicación del proceso de trefilado.
- Escoger el material. Primero, se selecciona el metal que se va a trefilar. Los más usados son el acero, el cobre y el aluminio, pero también se pueden usar otros metales o aleaciones.
- Preparación del material. Antes de empezar, el metal se limpia y, en algunos casos, se le aplica un lubricante para que pase con más facilidad por el molde.
- Pasado a través de la matriz. Luego, el material se pasa por una matriz (un tipo de molde) que tiene un agujero más pequeño que el metal. Este paso es clave, ya que el metal se va estirando, volviéndose más delgado y largo mientras pasa a través de la matriz.
- Revisión. Después de estirar el metal, se revisa para asegurarse de que tiene el grosor correcto y no presenta fallas o imperfecciones.
- Enrollado y empaquetado. Finalmente, el material ya transformado (ahora mucho más delgado y largo) se enrolla y se almacena o se prepara para enviarlo donde sea necesario.
Materiales que se utilizan en el trefilado
El acero es, sin duda, uno de los materiales más populares en el trefilado. Su gran resistencia y durabilidad lo hacen el mejor para productos que necesitan soportar mucho peso o presión, como los cables de acero que se usan en la construcción o en la fabricación de puentes.
Dentro del acero, hay diferentes tipos, como el acero inoxidable o el acero galvanizado, que se eligen según las propiedades que se necesitan. Por ejemplo:
– Acero inoxidable: Resistente a la corrosión, se usa en entornos donde hay mucha humedad o exposición a productos químicos.
– Acero galvanizado: Recubierto con una capa de zinc, que lo hace muy resistente a la oxidación y perfecto para exteriores.
El aluminio es muy valorado en el trefilado por ser un material ligero y resistente.
Se utiliza para crear productos donde el peso es un factor clave, como en la industria aeronáutica y automotriz.
Y, al igual que el cobre, el aluminio es un buen conductor de electricidad, por lo que también se emplea en la fabricación de cables eléctricos, sobre todo en aplicaciones donde se necesita un menor peso, como en las líneas de transmisión de alta tensión.
Otro punto a favor del aluminio es su resistencia a la corrosión, lo que lo convierte en una buena opción para productos que estarán expuestos al aire libre o en ambientes húmedos.
El cobre es otro de los grandes protagonistas en el trefilado, sobre todo por su buenísima conductividad eléctrica.
Por eso, se usa muchísimo en la fabricación de cables eléctricos, tanto para aplicaciones domésticas como industriales.
Además de su conductividad, el cobre es muy maleable, lo que significa que se puede estirar y deformar sin romperse, lo que facilita mucho el proceso de trefilado.
El proceso de trefilado es importante en la fabricación de productos que necesiten un control exacto del tamaño y las propiedades del material. Gracias a este proceso, los materiales son más resistentes, maleables y se adaptan a las necesidades específicas de cada industria.
- Por ejemplo, en la fabricación de cables de alta tensión, es imprescindible tener un alambre con un diámetro preciso para la correcta transmisión de electricidad.
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